1. comunicación
Un asistente administrativo necesita poder hablar y escribir muy bien, ya que retratan la imagen de una empresa en su comunicación. Es su deber escribir y enviar cartas, actas y notas que deben estar libres de errores ortográficos y gramaticales. La comunicación también incluye escuchar e interrelacionarse con otras personas. En la mayoría de los casos, un asistente administrativo es el primer punto de contacto para los clientes. Deben poder hablar de manera clara y concisa, pero también deben ser buenos oyentes.
2. Organización
El trabajo de un asistente administrativo es rápido. La organización es una habilidad que tiene que ser parte de la rutina diaria. El trabajo de un asistente es aligerar la carga y el estrés que conlleva la gran cantidad de responsabilidades de ser ejecutivo. Mantiene el calendario de su ejecutivo, organiza reuniones, conferencias y viajes. De las reuniones, ella prepara actas, informes, cartas y otros informes. Para garantizar que esto suceda, en el momento adecuado y con todas las cosas en su lugar, la organización es clave. La ausencia de organización puede causar situaciones difíciles que pueden resultar en pérdidas.
3. Trabajo en equipo.
Un asistente administrativo es un miembro de un equipo. Un equipo solo trabaja con buenos jugadores de equipo donde los logros se consideran esfuerzos conjuntos. Se deben establecer relaciones con sus ejecutivos y compañeros de trabajo y se debe formar una sociedad de confiabilidad. Este tipo de relación de trabajo ayuda al equipo a lograr sus objetivos con desafíos mínimos. Los asistentes administrativos, que son jugadores activos del equipo, mejoran sus habilidades y avanzan en su trabajo.
4. Gestión del tiempo
Un asistente administrativo tiene mucho que ver con muy poco tiempo. Parte de este trabajo es hacer que las cosas sucedan, a tiempo y por completo. Establecer las prioridades de las tareas que deben ejecutarse es el secreto para evitar sentirse abrumado. Hay distracciones durante todo el día, es importante mantenerse enfocado y saber cuándo pasar de una tarea a otra. Sea un trabajador puntual para ahorrar tiempo y reducir el desorden.
5. Discreción
Un asistente administrativo encuentra mucha información en la oficina. Desde cartas, tratos comerciales discutidos en una reunión hasta conversaciones al alcance de su oído; Un asistente administrativo necesita mantener esto confidencial. Un buen asistente evita los chismes en la oficina y tiene integridad.
Un asistente administrativo debe poder hacer llamadas de buen juicio. La mayoría de las veces no estará bajo supervisión y las decisiones tomadas deben ser correctas. La capacidad de reconocer un problema y canalizarlo a la persona adecuada para una solución es importante. La necesidad, para ser lógico y razonable de poder tomar las decisiones correctas sobre los problemas, es una ventaja para las operaciones sin problemas.